Agujero Azul Taam Ja’ es un valioso tesoro de la región: señalan investigadores que lo descubrieron

El Blue Hole o agujero azul encontrado en la Bahía de Chetumal, considerado el segundo más profundo del mundo, es sin duda un gran tesoro de la región sur de Quintana Roo, consideraron los investigadores que lo descubrieron.

Se trata de investigadores especialistas de la Unidad Chetumal del Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR), quienes ofrecieron una rueda de prensa para dar más detalles de este importante hallazgo.

Revelaron que este agujero azul fue descubierto en septiembre de 2021, bautizado como Taam Ja’, expresión en lengua maya para referirse a Agua Profunda. Desde ese entonces han estado llevando a cabo diversas investigaciones y estudios para poder saber más de este agujero de 274 metros de profundidad, siendo el segundo más grande del mundo descubierto hasta el momento, únicamente superado por el agujero azul Sansha Yongle en China, que tiene una profundidad de 300 metros.

La temperatura de la superficie es de 30 grados centígrados y hasta ahora han logrado descender alrededor de 20 metros, profundidad en la que se tiene una temperatura de 24.5 grados.

Los autores de este importante hallazgo y especialistas en temas diversos son el Dr. Ing. Juan Carlos Alcérreca-Huerta, Dra. Teresa Álvarez-Legorreta, Dra. Laura E. Carrillo Bibriezca, M. en C. Laura María Flórez-Franco, Dr. Oscar F. Reyes-Mendoza, Dr. Joan Alberto Sánchez-Sánchez y el guía comunitario Jesús Artemio Poot Villa. Algunos de estos investigadores son parte del Departamento de Observación y Estudios de la Tierra, la Atmósfera y el Océano, mientras que otros pertenecen al Departamento de Ciencias de la Sustentabilidad.

Los investigadores piensan que en el fondo del agujero la vida es escasa, con la presencia de algas y microorganismos.

Lo consideran un tesoro de la región porque puede servir para estudios científicos, académicos y también para atraer distintitos tipos de turismo, entre ellos el de investigación y el de recreación, aunque insistieron en que debe cuidarse y evitar que no haya turismo masivo por lo frágil de este ecosistema.

Señalaron que debe ser estudiado y a futuro podría ser visitado por turistas siempre y cuando se tenga mucho cuidado, mucha responsabilidad, para no alterar el ecosistema de la zona. Además, debe ser incorporado al Decreto de la creación del Santuario del Manatí, que abarca esa región, de manera que esto sirva para su conservación y preservación.

Este agujero que se ubica en el centro de la Bahía de Chetumal mide 274 metros de profundidad y 13 mil 690 metros cuadrados de una superficie casi circular, fue documentado y reportado por los científicos de Ecosur en la edición más reciente de la revista “Frontiers in Marine Science”.

Los lados del agujero azul son empinados, con pendientes de 80 grados que forman la estructura de un gran cono cubierto por biopelículas, sedimentos, piedra caliza y salientes de yeso.

La boca del agujero azul inicia a una profundidad de entre 4.5 y 5 metros bajo el nivel del mar, en la que las propiedades del agua cambian significativamente con gradientes de temperatura y salinidad.

A diferencia de las fosas marinas y de los abismos marinos, que se forman por movimientos de placas tectónicas y llegan a medir hasta 11 mil metros de profundidad, los agujeros azules se forman paulatinamente a lo largo de siglos y milenios, debido al movimiento de entrada y salida de agua marina sobre suelos formados por roca caliza, como la que abunda en la Península de Yucatán y sus alrededores. El nombre científico de esas estructuras es Formaciones kársticas costeras.

Los científicos explican en su artículo que las formaciones kársticas costeras han sido poco exploradas por la comunidad mundial de investigación científica marina, ellos decidieron poner en marcha este proyecto a partir de conocimiento proporcionado por pescadores de la zona, junto con investigación científica previa sobre las formaciones kársticas.