En un movimiento contundente contra una organización que opera bajo la fachada de comercios legales, la Fiscalía General del Estado (FGE) y la Comisión Federal de Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) asestaron este jueves un fuerte golpe a una estructura dedicada al tráfico de la salud en el corazón de la Riviera Maya.
El saldo preliminar del operativo, que se extendió por más de cuatro horas, es el aseguramiento de cinco establecimientos ubicados en la zona de mayor afluencia turística de Playa del Carmen. Estos locales, disfrazados de farmacias legítimas, operaban como puntos de venta de psicotrópicos controlados y, lo que es aún más alarmante, medicamentos adulterados.
Un operativo a la vista de todos
La mañana de este jueves, la habitual calma de la Quinta Avenida se vio interrumpida por un despliegue de fuerza inusual. Elementos de la FGE y personal de la Cofepris cercaron estratégicamente los puntos de venta, provocando expectación entre cientos de turistas que recorrían el famoso corredor peatonal.
El operativo duró aproximadamente cuatro horas, tiempo durante el cual las autoridades revisaron inventarios y confirmaron la presencia de sustancias ilícitas y fármacos sin los permisos correspondientes.
Lo que los turistas presenciaron no fue una inspección rutinaria, sino el desmantelamiento de una maquinaria bien aceitada que, durante mucho tiempo, operó con una impunidad desconcertante en una de las zonas más vigiladas del estado.
El blanco: El turista extranjero
La investigación apunta a un modus operandi depredador y cínico. La organización propietaria de las farmacias intervenidas no buscaba atender la salud de la población local; su mercado objetivo eran exclusivamente los turistas extranjeros.
Aprovechando la barrera del idioma y la confianza de los visitantes en el sistema sanitario, estos establecimientos ofrecían:
Venta ilegal de psicotrópicos: Fármacos controlados entregados sin receta médica, a precios exorbitantes y en dólares.
Medicinas adulteradas: La venta de pastillas que no contienen el principio activo declarado, o peor aún, que están «cortadas» con sustancias peligrosas, poniendo en riesgo mortal a los consumidores.
Crítica: El fin de la impunidad… ¿Por ahora?
Si bien el operativo de este jueves es un acierto indiscutible de la FGE y la Cofepris, también abre interrogantes críticas sobre la fiscalización en el destino.
¿Cómo es posible que cinco establecimientos pudieran operar una red de venta de medicamentos falsos en la vitrina turística más importante de México sin ser detectados antes? La intervención de hoy pone fin al actuar impune de esta organización específica, pero también expone la vulnerabilidad de los controles sanitarios previos.
La venta de medicina adulterada no es un delito menor; es un atentado directo contra la vida y un golpe devastador a la reputación de Playa del Carmen. Si un turista enferma o muere por consumir una pastilla falsa comprada en un establecimiento «legal» de la Quinta Avenida, el daño a la marca del destino es incalculable.
Los sellos de «ASEGURADO» y «SUSPENDIDO» adornan las fachadas de los cinco locales. Las autoridades han retirado cajas de material probatorio, y se espera que en las próximas horas se den a conocer las detenciones o las sanciones penales contra los dueños de esta red.
Por el momento, el mensaje es claro: la tolerancia a la venta de la muerte disfrazada de medicina parece haber llegado a su fin en este sector de Playa del Carmen. Resta ver si la vigilancia se mantendrá firme o si, como ha ocurrido en el pasado, otras células intentarán llenar el vacío dejado por esta organización.
