
Autoriza Semarnat nuevo restaurante a pesar de que viola una Norma
Entre medidas de compensación impuestas por la aceptación de violación a una Norma Oficial Mexicana, se autorizó la Manifestación de Impacto Ambiental de un restaurante “flotante” que se pretende construir en la Laguna Nichupté de la Zona Hotelera.
Fue más de una decena de condicionantes que impuso la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) al proyecto denominado “Restaurante de Mariscos”, con lo que se intentará salvaguardar el impacto al cuerpo lagunar ubicado a la altura del kilómetro 13.350 del Boulevard Kukulcán.
La plataforma que albergará al negocio (cuyo atractivo es comer en las alturas) se sostendrá por columnas de concreto y acero reforzado que se dispondrán cada dos metros, en una superficie de desplante de mil 435.528 metros cuadrados, que representa 58.63 por ciento del espacio utilizado.
De acuerdo al oficio de la delegación federal de la Secretaría en Quintana Roo, número 04/SGA/1140/19, se establece que la colocación de pilotes llegarán al sustrato y descansarán en la roca madre de la laguna, entre cuatro y nueve metros de profundidad. En el proceso de cimentación se utilizará la inyección de mortero.
El documento reconoce que la edificación incumplirá la disposición de garantizar una zona de amortiguamiento o de seguridad que sirva de barrera para la protección de la integralidad de humedales y mangle, al evitar “dejar una distancia mínima de 100 metros al límite de la vegetación”, como lo dicta la NOM-022-SEMARNAT-2003.
Pese a que el proyecto no contempla la revisión de las normas municipales que deberán cumplirse en materia del Reglamento de Construcción, se advierte que el restaurante tendrá apenas cuatro cajones de estacionamiento cuando las disposiciones establecen que deberían ser 52 espacios por la cantidad de metros construidos.
En materia de protección al ecosistema existen tres especies de mangle con categoría de protección amenazada (botoncillo, rojo y blanco), así como fauna con protección especial como el cocodrilo de pantano y la iguana rayada, topote aleta grande y la rana leopardo, catalogados como amenazados.
De acuerdo al proyecto que presentó el Consejo Directivo de la Asociación “Flora y fauna Quintana Roo, A.C.”, el impacto que se ocasionará sobre la vegetación y el medio será de “magnitud baja”, de ahí que se omiten acciones de protección para fauna bentónica lagunar y especies de difícil o lenta movilidad.
La autorización de Manifestación de Impacto Ambiental fue aprobada en julio pasado y se establece un plazo de dos años para la preparación y mantenimiento del sitio y de 20 años para la operación del lugar.